Afrontémoslo, ¡nada puede ser más unificador que despreciar u odiar a la misma persona, al mismo tiempo, y por razones que tienen poca justificación!
Después de todo, ¿odiar a alguien en común no sería la forma más rápida y viral de unir a la gente y trabajar juntos por la misma causa?
Para comprender el sentimiento de zasca desde todos los puntos de vista, ¡nada mejor que sumergirse en los recuerdos del patio del colegio!
¿Quién no recuerda los cotilleos sobre las profesiones de los padres de Sophie, las trampas de Nicolas en el dictado de francés o el primer beso de Fanny y Simon?
¡Tantos temas anecdóticos de la época a los que les dábamos mucha importancia y creábamos un mundo alrededor… pues bien, «Bashing» es más o menos todo eso, y todos estábamos implicados en ello de una forma u otra 😉 !
El patio de recreo ya ha quedado atrás y es hora del «Linchamiento 2.0».
Para los curiosos (e incluso para los que no lo sean realmente), el término «linchamiento» procede de un juez estadounidense llamado Charles Lynch, cuyo trabajo durante la Guerra de la Independencia consistía en identificar a las personas sospechosas de traición.
¡Estas personas eran golpeadas hasta la muerte por una multitud enloquecida…!
Mientras que al principio nos enfrentábamos a un juicio físico (y afortunadamente ya no estamos ahí), en las redes sociales y en los medios de comunicación se hace de forma simbólica.
Consiste en golpear psicológicamente a alguien para herirle y humillarle, o a lo que dice, para que pierda credibilidad.
En 2020, por tanto, podemos traducir el Bashing (también conocido como «Shaming») como «linchamiento social», y créenos, ¡no es necesariamente bonito de ver!
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Reconocer el bashing o trolling :
Y no confundas el bashing con el trolling, del que hablamos hace unos días.
En el caso del bashing, estamos ante afirmaciones que se oponen y agregan cientos o incluso miles de individuos que no tienen nada en común, o a veces muy poco.
Este efecto de grupo puede dar lugar a un auténtico caos de insultos y vulgaridades en el que el comportamiento moral está en gran medida fuera de lugar.
Como decíamos a modo de introducción, ¿qué puede haber más unificador que ejercer una presión de grupo sobre una persona (o víctima, según tu punto de vista) de la que no sabes absolutamente nada, sabiendo que, aunque puedan ser hirientes e injustos, los comentarios permanecerán puramente en la esfera web y tendrán una visibilidad efímera?
En el sector turístico actual, muchos agentes ya se han visto gravemente afectados por el fenómeno del «bashing».
El discurso del odio puede adoptar muchas formas y estar más o menos fundado.
Un cliente puede crear un efecto de bola de nieve que anime a otros clientes descontentos a expresar su descontento en todos tus medios virtuales (aunque algunos pueden llegar al extremo de trasladar sus insultos al mundo físico).
Por su parte, los transportistas, como las compañías aéreas y los operadores de cruceros, pueden entrar en contacto con temas más controvertidos, como la ecología y la huella de carbono.
No es raro encontrar activistas en las redes sociales que no dudan en cargar toda la desgracia del mundo sobre los hombros de estos proveedores de servicios.
Otros operadores turísticos especializados en safaris o buceo pueden ser la bestia negra de los amantes de la vida salvaje.
Así que lo hemos dicho antes y lo diremos de nuevo: vigilar y actualizar regularmente tus redes sociales es esencial.
Esto te permitirá estar atento a los debates abiertos en tu perfil, tu feed de Facebook, sin olvidar la parte de la pestaña «comunidad» que permite la interacción entre suscriptores y donde puedes ser interpelado en forma de etiqueta.
Tu bandeja de entrada de Facebook también debe tratarse con cuidado para calmar los ánimos ante los movimientos de grupo.
Sólo podemos aconsejarte que identifiques a los líderes de opinión y te pongas en contacto con ellos por mensaje privado para preguntarles con más precisión cuáles son sus expectativas.
El bashing puede afectar a tu marca, sí, pero también puede afectar a algunos de tus proveedores de servicios que, dependiendo de la naturaleza de los comentarios realizados, también pueden afectarte a ti, a tu imagen de marca y a tu reputación.
Lo mismo se aplica a determinadas acciones que afectan directamente a la reputación de tu marca.
Trabajar con un influencer que ha sido víctima de críticas por algo que ha dicho, por una foto inapropiada o simplemente por su estilo de vida y las personas con las que se relaciona podría ser perjudicial para tu marca.
Por eso te aconsejamos que analices meticulosamente los perfiles de los influencers que quieras contratar en el futuro.
Para cada viaje de prensa o blogtrip, debes elaborar un perfil detallado de los participantes, de modo que puedas anticipar el impacto necesario, así como cualquier descontento que pueda surgir entre la comunidad de tu marca y el discurso de las personas que hablan en tu nombre.
Aquí es donde entra en juego el papel de una agencia digital especializada en redes sociales y marketing de influencers.
El linchamiento mediático de personas influyentes puede ser poderoso, y sirve para que un grupo envíe una señal sobre lo que considera aceptable o no.
Es una especie de regulador de la moral.
El problema de la red es que los individuos pierden la noción de retroalimentación y consecuencia, se pierden las inhibiciones y disminuye el sentido de la responsabilidad.
En resumen, ¡las redes no sacan lo mejor del mundo!
¿Qué se puede hacer contra el bashing en las redes sociales?
Desde un punto de vista práctico, sólo podemos aconsejarte que te mantengas alerta y supervises a diario tus redes y medios de comunicación.
Algunas herramientas te permiten centralizar en una única interfaz todas las notificaciones y comentarios recibidos en todos tus medios.
La mayoría de estas herramientas están disponibles como suscripciones anuales o mensuales, y merece la pena invertir en ellas si quieres mantener tu reputación electrónica bajo control.
En segundo lugar, es más que necesario saber dejar a un lado tu sensibilidad emocional, sobre todo cuando los comentarios se dirigen directamente a ti, a tu actitud o a tu aspecto.
Es natural reaccionar emocionalmente, pero tienes que hacer todo lo posible para que no se note.
Entrar en el juego de la negatividad y la actitud defensiva sólo aumentará tu vulnerabilidad y alimentará aún más la reacción en cadena de tus detractores.
Lo mejor es partir de la base de que siempre habrá personas malintencionadas, y que algunas de ellas pueden ser clientes frustrados.
Es a este tipo de perfil al que tienes que dedicar tu tiempo y proponer soluciones compensatorias.
También es una oportunidad para transferir tu servicio de atención al cliente, de modo que puedas transmitir a tus departamentos ideas para mejorar y potenciar la experiencia.
Y por último, una de las mejores formas de evitar el vapuleo es estar atento.
¿Conoces la expresión «dar siete vueltas a la lengua en la boca antes de hablar»?
Pues ponla en práctica ahora, porque una palabra inadecuada puede meterte en un buen lío.
Ponte guantes, utiliza unas pinzas y asegúrate de que nunca te metes en algo demasiado acalorado.
¿Te apetece hacer un chiste?
Piénsatelo dos veces antes de publicarlo, porque ningún político o personalidad de la televisión va a contradecirte 😉 .